martes, 5 de mayo de 2009

Nada se crea ni se destruye, todo se transforma

El día de ayer hice algo que venía posponiendo por muchas razones, una de ellas era el no estar seguro de qué significado iba a tener el hacerlo. Pero ayer por fin me decidí y lo hice, me tatué.

He tratado de explicar a mi modo el que carajos es esa mancha en mi espalda, pero quizá esto ayude: 

Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja. 

Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama 
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......


Jorge Drexler

3 comentarios:

  1. Orales!!! todo eso significa tu tatuaje, pues esta chingonsísimo. Quiero verlo y que tal, ¿te duele?.

    El poema esta lindo, espero que así este tu tatuaje, jeje.

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  2. AAAAMONOS.....DE HABER SABIDO HASTA YO ME HACIA UNO IGUAL JA!......PONTE LA POMADA CA!!

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  3. jajajaja en realidad no es un poema, es una canción se llama "todo se transforma" . Me he puesto vitacilina a que buena medicina!!

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